La carboxiterapia facial es un tratamiento idóneo para estimular la producción de colágeno y elastina, lo cual mejorará visiblemente la firmeza de nuestra piel.
El tratamiento se aplica a través de microinyecciones que inyectarán el dióxido de carbono de forma subcutánea, dilatando los vasos sanguíneos y provocando una oxigenación superior de la piel.